domingo, 22 de diciembre de 2013

JOSÉ ÁNGEL VALENTE

 
El amor está en lo que tendemos
(puentes, palabras)
El amor está en todo lo que izamos
(risas, banderas)
Y en lo que combatimos
(noche, vacío)
por verdadero amor.
El amor está en cuanto levantamos
(torres, promesas)
En cuanto recogemos y sembramos
(hijos, futuro)
Y en las ruinas de lo que abatimos
(desposesión, mentira)
por verdadero amor.
(José Ángel Valente, Breve son, 1968)

José Ángel Valente. (Orense, 25 de abril de 1929 - Ginebra, 18 de julio de 2000). Poeta español, ensayista y abogado.
Cursa estudios en la Universidad de Santiago de Compostela obteniendo el título de licenciado en Derecho y en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licencia en Filología Románica. Da clases en la Universidad de Oxford y en Ginebra ejerce de traductor de organizaciones internacionales; posteriormente trabaja en París en la sede de la UNESCO. En los años 80 vuelve a España, fijando su residencia en Almería, y continúa con su actividad docente como profesor visitante en diversas universidades extranjeras. En sus últimos años alterna su residencia suiza con la española, y recibe múltiples distinciones como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Nacional de Poesía.
Su trayectoria profesional comienza cuando aún es un estudiante que despunta como poeta, formando parte del “Grupo Poético de los 50”, dentro del cual representa a la poesía como una vía del conocimiento. En la década de los 60 su poesía evoluciona siguiendo una corriente llamada "poesía del silencio", desligándose así del movimiento poético de mitad de siglo. En este periodo destacan obras como A modo de esperanza (1954), Premio Adonais en ese año, Poemas de Lázaro (1960), Premio de la Crítica, La memoria y los signos (1966) o Siete presentaciones (1967).
Heredero de la tradición mística española, José Ángel Valente asimila tradiciones culturales, históricas y tendencias filosóficas creando textos cada vez más profundos y complicados. Uno de sus cuentos, El uniforme del general (contenido en el libro El número trece) le lleva ante un consejo de guerra en 1972 por la forma en que describe al ajército.
La obra poética que escribe en gallego es primero reunida en Sete cántigas de alén (1981) y posteriormente en Cántigas de alén (1989). Realiza también trabajos como traductor de poesía alemana y francesa; además escribe ensayos relacionados con la pintura, la mística y la literatura española. Entre ellos destacan títulos como Las palabras de la tribu (1971), Ensayos sobre Miguel de Molinos (1974) o La piedra y el centro (1983). Su última obra es Fragmentos de un libro futuro, texto en el que se recogen sus últimos poemas y que se publicó después de su muerte.

sábado, 7 de diciembre de 2013

ÍTACA de Konstantino Kavafis



ÍTACA
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
(...)
Ni  a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma en ti.
(...)
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Ítaca te enriquezca.´

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

(Konstantino Kavafis, Poesías completas)

Cavafis fue el octavo hijo de una familia griega originaria de Constantinopla (actual Estambul)[1] , que había emigrado a Alejandría para el desarrollo de un negocio dedicado a la exportación de algodón egipcio y a la importación de paño inglés. Los éxitos comerciales del padre llevaron a la familia a disfrutar de una vida burguesa entre las élites extranjeras alejandrinas.
La temprana muerte del cabeza de familia obligó a su madre (Jariclía) a emigrar a Liverpool buscando la protección económica de uno de los hermanos de su marido. Tras siete años en Gran Bretaña y tras la quiebra del negocio familiar en aquel país, se vieron obligados a regresar a Alejandría, donde ya nunca la vida familiar volvería a disfrutar el nivel que tuvo en los tiempos en que el padre vivía.
En 1882 tras el bombardeo inglés sobre Alejandría (para sofocar revueltas populares contra los extranjeros, y que convertirían a Egipto a partir de ese momento, en un protectorado encubierto de Gran Bretaña) los Cavafis se vieron obligados a desplazarse a Constantinopla durante tres años, etapa en la cual todas las fuentes apuntan que Constantino tuvo sus primeras relaciones homosexuales con uno de sus primos[2] .
Tras el regreso definitivo a Alejandría (ciudad que, a excepción de tres salidas cortas, ya nunca abandonaría hasta su muerte) Constantino comenzó a trabajar como funcionario de la Tercera Sección de Riegos del Ministerio de Obras Públicas egipcio (donde permanecería treinta años, siempre sin alcanzar un puesto fijo debido a su nacionalidad griega), ocupación que compartiría, durante algún tiempo, con algunas gestiones como corredor de bolsa.
Por deseo propio, nunca llegó a publicar un libro con sus poemas. Únicamente, por iniciativa personal, mandó imprimir dos libretos con algunos de sus poemas. Uno, en 1904, conteniendo 12 poemas, y un segundo, en 1910, en el que ampliaba el número a 27. Él mismo se encargaba de distribuir dichos libretos sólo a quien consideraba que podía entender su obra. Asimismo, de vez en cuando imprimía hojas sueltas con alguno de sus poemas, que luego distribuía discrecionalmente a quien pensaba que era digno de leerlos[3] . Aun así, su nombre terminaría por darse a conocer, inicialmente en el ámbito de la cultura griega y más tarde, gracias a la difusión de su obra que en Gran Bretaña hizo E. M. Forster (quien conoció al poeta en 1917, al ser destinado a Alejandría, como funcionario de la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial)[4] , por todo el mundo occidental.
A finales de 1932 le diagnosticaron cáncer de laringe. Tras una traqueotomía realizada en el Hospital de la Cruz Roja de Atenas, moriría en Alejandría el 29 de abril (coincidente con el día de su nacimiento) de 1933. Está enterrado en el cementerio griego de Chatby, en su ciudad natal, junto a su madre y seis de sus hermanos.
Tras su muerte, la reputación de Cavafis se multiplicó a partir de la difusión de su obra en el mundo cultural anglosajón, siendo actualmente considerado el mayor poeta griego moderno.

domingo, 24 de noviembre de 2013

"Toma mi corazón..." de Andrea Aguirre




Toma

mi corazón con tus manos

                                               apriétalo

                                               estrújalo

                                               tíralo

                                               rásgalo

                                               rómpelo

                                               muérdelo

                                               písalo

                                               aráñalo

                                               incluso dinamítalo

está tan lleno

que no podrás desangrarlo.

(Andrea Aguirre. El ciclo lunar de los paréntesis. Ed Ártese quien pueda)

Andrea Aguirre nació en Buenos Aires en 1980. Es Licenciada en Pedagogía y Máster en Programas de Intervención Psicológica en contextos educativos por la UCM. En esta universidad, actualmente finaliza sus estudios de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, mientras trabaja en el desarrollo de proyectos psicoeducativos.
En 2012 publicó El ciclo lunar de los paréntesis y en 2013 La infancia suicida de Verónica Qué.
 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Laura Casielles


Estar
un poquito en la calle y un poquito en los libros,
tener
al menos un amor que haya cambiado el mundo y un puñado de amores menos eternos
que formen entre todos el país donde se quiere vivir

por lo demás,
ser
una casa con ventanas abiertas,
viento y sol, una cama con alguien,
proyectos,
el pasado presente, el futuro olvidado,
un par de carencias,
la mar,
la salud que no falte,
la risa siempre a punto,

gozar
de los amigos en cuya presencia
nada ha fallado nunca.

No pedir más.
(Laura Casielles, Los idiomas comunes)



Ante un libro editado por haber ganado un premio de poesía y teniendo en cuenta que los jurados se repiten y repiten, siendo los mismos o sus clones, y que estos tienen muchos amigos o intereses, y algo de cara, uno va con miedo. En el caso de Los idiomas comunes no sólo obtuvo el XIII Premio de Poesía Joven “Antonio Carvajal”, sino que además fue elegido como mejor poemario de un autor joven publicado en 2010, o lo que es lo mismo, su autora recibió 20.000 euros por el Nacional de Poesía Joven “Miguel Hernández” que concede el Ministerio de Cultura. Y con esto, ese uno del que hablaba no sabe si calmarse o asustarse más.
Pero entonces llega la lectura, y los poemas de Laura Casielles quitan cualquier tontería de premios. La poeta, nacida en 1986 en Pola de Siero (Asturias), aclara porqué merece que sus poemas sean leídos, y lo hace como hay que hacerlo, con poesía de la buena.

De los 42 poemas que componen el libro, 17 incluyen la palabra “amor” y en 3 más utiliza el verbo amar. Es curioso este hecho pues no se trata de un poemario amoroso, entendiendo este calificativo (o descalificativo por su pomposidad) como la voz de la poeta cantando a su amado o amada. Casielles habla del amor, pero dándole dimensión de idioma común, lo que nos une y aleja de los otros y de la vida, amor como reivindicación de la humanidad pura, es decir, de la humanidad construida con todos los ojos, “Reivindico mi mitad mora, la parte goda / de mi genoma / basta ya / de dioses griegos que no riegan mi sangre”. Sin embargo, y como no podría ser de otra manera, los versos hablan desde la cercanía occidental y no desde un planteamiento global. Así se aprecia en algunos poemas con títulos de corte cristiano, Ofrenda, Credo, Redención, Génesis y Acción de gracia, también en el planteamiento de problemas tales como el sexismo o las expectativas respecto a la mujer.

Los idiomas comunes está dividido en cuatro partes, y aunque ese-uno-que-tenía-miedo-pero-que-después-se-le-fue haya dicho que la poeta habla de amor, el lector no debe quedarse ahí, pues eso sería llegar a la meta sin haber recorrido el camino.
Laura Casielles plantea una lectura parecida, desde el fin al origen. En la primera parte, con un estilo conversacional, reflexiona sobre lo que ya existe, un cuerpo con sus mutaciones, un hogar frágil, una Historia mal escrita y el miedo a lo desconocido pese a tenerlo delante, “Me decís extranjera / por si acaso. / Pero entrad en mi casa ahora. / Os daré de beber y trataré de empezar a contaros / mi verdadero nombre.”
En la segunda parte, sin título como todas, la poeta indaga en el individuo, se pregunta por la unicidad, por su concepción, aunque no es hasta la tercera parte, al buscar al hombre entre los hombres, donde empieza a encontrar respuestas, que no son otras sino preguntas “Cada vez que no estemos de acuerdo, / empecemos mejor / por la buena noticia: / <<hoy, aquí, / dos personas se han hecho a la vez / la misma pregunta>>.” Es este el lugar en el que Casielles más hincapié hace en los idiomas y en las palabras como unión de los habitantes de este mundo “las palabras / me hacen seguir la ruta de razones / que han forjado mil años de hombres hablando” o “Un idioma / en el que pueda hablar sin que nadie entienda / nada más lo que digo, / un idioma que no pese tanto.”
El origen está en la última parte, en la cuarta. En ella se encuentran los materiales para construir lo anterior, los versos más propios que llevan a los versos más conversacionales, como ya se ha planteado en este texto, “Conoces el manantial. / Sabes que hay agua.”

domingo, 10 de noviembre de 2013

¡SI DERRIBAS EL MURO...! de Ernestina de Champourcín



¡Si derribas el muro
qué gozo en todas partes!
¡Qué lazo de palabras
se sentirá en la tierra!
Y todo será nuevo,
como recién nacido...
Si derribas el muro
de todas las mentiras
¡Qué júbilo de amor
abierto sobre el mundo!
¡Qué horizonte sin nubes
en la curva del cielo!

Ernestina de Champourcín , Primer exilio.


Entre los nombres olvidados de las letras españolas se encuentra el de Ernestina de Champourcín, una poetisa nacida en Vitoria en 1905 y fallecida en Madrid en marzo de 1999.
Champourcín fue discípula de uno de los poetas más grandes que ha dado la Generación del 27, Juan Ramón Jiménez, y en toda su obra se nota la gran influencia de este autor, sobre todo en el preciso uso de las metáforas y aquellos recursos poéticos que él exploró de una manera inigualable.
Su poesía se encuentra irradiada de elementos simbólicos relacionados con una pureza y una belleza incuestionables. Escribió muchos poemas de amor; sin embargo consiguió ir mucho más allá de este estilo tan trillado, y cultivó una poesía social auténtica, que permite acercarse a la realidad de los poetas del exilio; muchas de sus poesías hablan sobre la soledad y la nostalgia.
Pese a que su nombre no adquirió importancia hasta la década del 90, época en la que se le otorgó, entre otros, el Premio Príncipe de Asturias de Letras, Ernestina nunca dejó de escribir y entre sus obras más importantes se encuentran "En silencio", "Cántico inútil" y "Presencia del pasado".
  
 
 
 
 

jueves, 31 de octubre de 2013

NO VOLVERÉ A SER JOVEN, de Jaime Gil de Biedma,

 
 
 

Que  la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde

-como todos los jóvenes yo vine

a llevarme la vida por delante.

 

Dejar huella quería

y marcharme entre aplausos

-envejecer, morir, eran tan sólo

las dimensiones del teatro.

 

Pero ha pasado el tiempo

y la verdad desagradable asoma:

envejecer, morir,

es el único argumento de la obra.

 

Jaime Gil de Biedma Poemas póstumos, 1968

miércoles, 23 de octubre de 2013

CONTIGO, Joaquín Sabina



Yo no quiero domingos por la tarde,
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

(Fragmento "Contigo" de Joaquín Sabina)




domingo, 13 de octubre de 2013

MANÍA de Rafael Saravia




Que el primer contacto sea la espera…
que se destroce el sobresalto
y se mantenga la intención del beso.
 

Todo lo que subyace del tacto
se arropa en tu mirada
y cae tu pelo como una manta del deseo sin estrenar.
 

Que la primera hora se mantenga en vilo,
Que la plenitud se abrace a la segunda
Y nuestros cuerpos se consuman en los destiempos.
 
                        (Rafael Saravia, Carta Blanca. Ed. Calambur)

Nació en Málaga, aunque desde su infancia reside en León ciudad esta última que ha influido decisivamente en su producción poética y en la que también desarrolla su actividad de columnista, editor y fotógrafo.
En 1998 su poesía aparece recogida en la antología Novilunio (León, Ediciones Leteo). Posteriormente ha sido antologado en Petit Comité (León, Ediciones Leteo, 2003), Antología del beso. Poesía última española (Málaga, Mitad Doble Ediciones, 2009), A Pablo Guerrero, en esta hora (Córdoba, El Páramo, 2010) y Por donde pasa la poesía (Tenerife, Baile del Sol, 2011), entre las más importantes.
Tiene publicados los poemarios Pequeñas conversaciones (2001 y 2009), Desprovisto de esencias(2008), Llorar lo alegre (2011) y Carta blanca (2013), siendo considerado como uno de los valores emergentes de la «poesía española actual».
Ha colaborado con poemas en diversas revistas como Ágora, Cuadernos Hispanoamericanos, Turia, Nayagua, The Children´s book of american birds, Entrelíneas y Punto de partida.
También ha preparado la edición y el prólogo del libro El río de los amigos. Escritura y diálogo en torno a Gamoneda (Madrid, Calambur, 2009) con colaboraciones destacadas como las de Gonzalo Rojas, Jaime Siles o Juan Carlos Mestre y la edición de la antología Barcos sobre el agua natal. Poesía hispanoamericana desde el siglo XXI, elaborada conjuntamente con Jocelyn Pantoja (coedición Ediciones Leteo -España- y Ediciones Literal -México-, 2012).
Desde diciembre de 2012 es columnista habitual en el Diario de León con artículos de opinión sobre temas de actualidad. Asimismo ejerce en la ciudad de León su función de editor y gestor cultural a través de las diferentes publicaciones y actividades que se organizan desde el Club Leteo.
En el ámbito fotográfico ha realizado las exposiciones individuales Nos queda la memoria, Ramblas y Contrastes para la Junta de Castilla y León.

jueves, 10 de octubre de 2013

POEMA 13 de Pablo Neruda




He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta.
Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muñeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.
Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueño y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muñeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.
Triste ternura mía, qué te haces de repente?
Cuando he llegado al vértice más atrevido y frío
mi corazón se cierra como una flor nocturna.

(Pablo Neruda. Veinte poemas de amor y una canción desesperada)

martes, 1 de octubre de 2013

ARIADNA G. GARCÍA. "66º 33´45"


El círculo Polar es la región
más despoblada, inhóspita, del mundo.

Apenas dos personas
por kilómetro cuadrado.

Estás conmigo aquí.
Nada me falta.
(Aradna G. García, La guerra del invierno)

Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense y grado de investigación en Literatura Española. Ha sido becaria-colaboradora del Departamento de Filología II de la Universidad Complutense (1999-2000). En 2004 le fue concedida una beca FPU (Formación del Personal docente Universitario) del Ministerio de Educación y Ciencia para la preparación de su tesis doctoral. También obtuvo una beca de creación artística del Ayuntamiento de Madrid para vivir entre los años 2001-2002 en la Residencia de Estudiantes.
En al año 2006 coordinó el encuentro de poetas y narradores jóvenes "Madrid 06. Letras", junto a Doménico Chiappe y Peio Hernández.
En 2009 fue miembro del jurado de poesía del premio "Ojo Crítico" de RNE.
Ha dado conferencias en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, en el Círculo de Bellas Artes, en la Fundación Rafael Alberti y en el Instituto Cervantes de Praga, así como en varias universidades europeas.
Mantiene el blog El rompehielos.
Ejerce la docencia desde 2008. Es profesora de Lengua castellana y Literatura en un instituto público de la Comunidad de Madrid.

lunes, 11 de marzo de 2013

AL OÍDO DE UNA MUCHACHA de Federico García Lorca


No quise.
No quise decirte nada.
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.
 
Federico García Lorca fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido por su destreza en muchas otras artes. Adscrito a la llamada Generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX.
 


Poco más se puede decir de este gran maestro de la literatura. Para reivindicar el derecho a la escuela pública y de calidad os dejo su texto "Medio pan y un libro"
Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente vaqueros (Granada) en septiembre de 1931
Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
"¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".
 

lunes, 25 de febrero de 2013

INSTRUCCIONES PARA LA ELABORACIÓN DE COLORES PARA LA PINTURA de Martín López-Vega


Para elaborar el color azul, recorta un pedazo
de este cielo de agosto y sumérgelo unos minutos
en un vaso de agua de mar: ganará en transparencia.
Naranjas, rojos y violetas te los regalarán el amanecer
y el ocaso si sabes cómo sonreírles.
Si necesitas del verde
no pidas nada a los árboles,
pero arranca el manojo de hierbas
sobre el que tu pelo haya estado acostado antes.
Y el dorado, el dorado recógelo cuidadosamente,
de tan frágil, de las esquirlas de este instante.

Martín López-Vega nació en Po de Llanes, Asturias, en 1975. Licenciado en Filología Española por la Universidad de Oviedo, estudió literatura portuguesa en la Universidade do Minho (Braga) y obtuvo la beca Valle-Inclán de la Academia de España en Roma en 1999. Ha sido redactor del suplemento El Cultural del diario El Mundo, librero en La Central de Madrid y Barcelona y director editorial de Vaso Roto ediciones. Ha escrito crítica literaria en diferentes suplementos culturales, entre ellos los de los diarios El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, La Nueva España o El Correo de Andalucía. En la actualidad es traductor.
Su poesía, ambientada a menudo en ciudades extranjeras, cosmopolita, nostálgica y meditativa, reflexiona sobre el lugar del hombre en el mundo contemporáneo, sobre su forma de relacionarse con las otras personas y con la historia, a la vez que mantiene el enlace con el ámbito campesino y rural en los poemas que tratan de su infancia en una aldea asturiana. Su nombre es habitual en las antologías y recuentos de la poesía paciente.

lunes, 18 de febrero de 2013

UNA TÍMIDA PROPUESTA DE CAMBIO de Rafael Pérez Estrada

UNA TÍMIDA PROPUESTA DE CAMBIO

Cambio la inútil voluntad del pez volador
por la audacia del felino ciego.
Las alas de los ángeles, por los brazos
perdidos de un Apolo.
Una gala de Pavarotti, por las chimeneas de
un viejo trasatlántico en la soledad del mar.
El grito por el cable del trapecista.
El vértigo, por el écuyère del Circo Price.
El humo, por el vuelo.
La bañera por las cataractas del Niágara.
Lo posible, por lo imposible.
La realidad por la ebullición imaginativa.
Suplicaría el temblor de la lluvia en los
cristales,
la utilidad de la lágrima,
el otoño en las playas,
y el poder de la melancolía.
(Rafael Pérez Estrada, Bajo el cielo indeciso, Calambur)

Retomamos nuestro blog de "Los lunes poéticos" con un poema de Rafael Pérez Estrada.

RAFAEL PÉREZ ESTRADA nace en Málaga, el 16 de febrero de 1934, hijo del que fuera médico y alcalde de la ciudad Manuel Pérez Bryán (1943 y 1947), y de la conocida pintora “naif” Mari Pepa Estrada.

Durante la Guerra Civil su casa en la calle Larios sufrió un incendio y la familia se traslada a la calle Carreterías, donde pasa los primeros años de su vida

En su época de estudiante, marcha a cursar estudios de Derecho a la Universidad de Granada, (1954), formación que le permitiría ejercer la abogacía con gran prestigio en su ciudad natal.

En 1959 se marcha a Madrid donde se inicia en el dibujo, colaborando en revistas y emisoras de radio. Establecido en la capital, compaginaría su labor profesional con la pintura y poesía.

En 1960 vuelve a Málaga definitivamente. Llega tardíamente a la literatura, pues en 1968 aparece su primer “Valle de los galanes”, al que siguen numerosos títulos de teatro, poesía y narrativa de vanguardia. Hasta 1997, año en que abandona su despacho, combina su actividad como abogado con la escritura y el dibujo, siendo a lo largo de su vida un referente local inestimable, pues participó muy activamente en eventos claves de la vida social y cultural malagueña, entre otros, en la creación del Centro Cultural del 27 y en el Consejo Social de la Universidad de Málaga, lugar de donde jamás quiso alejarse “es la ciudad del gozo y de la dicha” o “soy un seducido por Málaga” dijo el escritor en su discurso con motivo del nombramiento como Hijo Predilecto de Málaga.

Moriría de su penosa enfermedad, a los 66 años, el 21 de mayo de 2000 habiendo sido homenajeado en 1999 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y días antes de su fallecimiento como Hijo Adoptivo de su ciudad natal, justo cuando su nombre comenzaba a destellar con luz propia entre la crítica y los lectores. Sería nombrado también “Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga” el 9 de abril de 2002, por parte la Diputación Provincial de Málaga, y propuesto al Premio Príncipe de Asturias de las Letras por el Centro de la Generación del 27.