jueves, 10 de octubre de 2013

POEMA 13 de Pablo Neruda




He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta.
Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muñeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.
Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueño y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muñeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.
Triste ternura mía, qué te haces de repente?
Cuando he llegado al vértice más atrevido y frío
mi corazón se cierra como una flor nocturna.

(Pablo Neruda. Veinte poemas de amor y una canción desesperada)

1 comentario:

  1. Gracia, Raquel, por tu trabajo.
    Es alentador llegar los lunes al instituto y saber que nos espera un poema.
    Fue un placer leer a Pablo Neruda con los alumnos. Todos se quedaron muy impresionados al comprobar que, incluso los poetas, no saben qué decir cuando están delante de alguien que aman de verdad.
    El verso "Entre los labios y la voz algo se va muriendo" es sobrecogedor.
    Emma

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