lunes, 21 de marzo de 2011

LUNES, 21 de marzo "Hubo un tiempo..." de Ana Rosetti.

"Alguien cose en tu sangre lentejuelas para que
atravieses los redondos umbrales del placer..."

Creo que en la literatura española actual hay pocas obras tan sensuales como la de Ana Rosetti. Nacida en Cádiz en 1950 es quizá una de las voces femeninas más consagradas de toda nuestra literatura. En su obra literaria se combina la poesía, la narrativa y el teatro.
El poema escogido para este lunes poético es un canto al amor adolescente en el que cada movimiento se presiente como consecuencia de algo, aunque sea sólo de un deseo por cumplir en un lugar poco soleado, un lugar, un punto, umbrío. Un amor sin nombre. Un joven, una joven, enamorados del amor...
Dedico este texto a mis alumnos y alumnas, todos ellos adolescentes y a algún compañero del centro que rumia estos versos a solas.

HUBO UN TIEMPO…

Hubo un tiempo en el que el amor era un
intruso temido y anhelado.
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante
insoportables desvelos.
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil
veces, que jamás llegaría a su destino.
Una incesante y tiránica inquietud.
Un galopar repentino del corazón ingobernable.
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad
de los espejos.
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del
júbilo.
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba,
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la
escalera.
(Ana Rosetti, Punto umbrío)

2 comentarios:

  1. Impresionante, en realidad pertenece a una trilogía de poemas que constituye uno de los comienzos más espectaculares que yo he visto en un poemario. Era una etapa de Rossetti de reflexión, "de vuelta", después de haber disfrutado de los locos años ochenta.

    Después acaba con un "Pero, ahora..." en donde dice:

    "Y no se puede retroceder hasta el entonces para pedir auxilio, ni acelerar el después para que el suplicio acabe, ni aferrarse al momento para que ni lo pasado ni lo por venir pasen con sus tormentas y promesas.

    No. No se puede impedir lo inminente, ni conjurar al todavía, ni pedirle que aguarde al mientras tanto, cuando el tiempo sólo es una tregua, un paréntesis en una cuenta atrás inexorable y no hay otro alivio, ni un acaso cierto, que el de acabar"

    Sublime (pero yo no rumio:-)

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  2. Es verdad, amigo, que la primera acepción de "rumiar" puede haberte herido, pues "Masticar por segunda vez devolviéndolo a la boca, el alimento que ya estuvo en el estómago" es cuanto menos impropio. Pero hay una segunda acepción: "Considerar despacio y pensar con reflexión" mucho más propis de los petas y de los que leen poesía.
    Raquel.

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